Entopía o el orden de lo vano

Entopía o el orden de lo vano
Actúan: Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti

jueves, 13 de octubre de 2016

Entropía o el orden de lo vano



"Entropía o el orden de lo vano" es una obra de teatro escrita y dirigida por Merceditas Elordi e interpretada por Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti.
Fue estrenada en Junio de 2016 en el Teatro Belisario Club de Cultura realizando allí sus primeros cinco meses de funciones.
Durante la Temporada de Verano 2017 fuimos seleccionados por el Teatro Auditorium de Mar del Plata para formar parte de su programación presentándonos los domingos de Enero y Febrero en la Sala Nachman.
Tuvimos el privilegio de haber sido destacados por los Premios Estrella de Mar con tres nominaciones y el honor de haber ganado los tres premios! MEJOR OBRA DE TEATRO ALTERNATIVO, MEJOR ACTOR PROTAGÓNICO DE DRAMA, MEJOR ACTRIZ PROTAGÓNICA DE DRAMA.
En Mayo y Junio de 2017 retomamos nuestras funciones en calle Corrientes (Teatro Belisario)
Y actualmente tenemos el orgullo de haber sido elegidos para participar de la XIII Fiesta de las Artes Escénicas de Medellín en Escena, Colombia!!!!



TRAILERS

(1 MINUTO Y MEDIO)




(4 MINUTOS)




*Mejor obra de Teatro Alternativo



*Mejor actriz protagónica de Drama: Belén Fernández Díaz 




*Mejor Actor protagónico de Drama: Pablo Pieretti












ENTROPIA es una obra en la que irrumpen y reviven los recuerdos. A modo de asociación libre, se producen interrupciones, alejamientos y acercamientos en el tiempo y en el espacio, acciones que sólo se pueden teatralizar si se conciben habitando la mente, el interior del protagonista.

Él es Sergio. Un hombre joven cuyo presente es triste y desesperanzado. En un instante, la soledad y la imposibilidad de establecer vínculos amorosos y verdaderos se manifiesta ante sus ojos. Entonces aparece Ella. Está dispuesta a ser protagonista de la revelación, a irrumpir en el presente con los recuerdos más íntimos de Sergio. Ella es la voz que Sergio se niega a escuchar, es todas las mujeres en una. Ella expone la verdad ante sus ojos. El vacío en la vida de Sergio está por comenzar a llenarse y todo podrá cambiar a partir de ahora.

Un concepto de la física termodinámica, la entropía, es una metáfora, una excusa para hablar del interior del alma humana. Desde el punto de vista netamente físico, la entropía es una magnitud que permite medir el grado de organización de un sistema, y establece que ese ordenamiento produce un incremento de la energía interna del mismo. Para ello, ha de quitar energía de su entorno. Si se concibe un objeto material, y más aún, un ser vivo, el grado de ordenamiento es enorme. Como un planteo existencial, surge el cuestionamiento. ¿Se justifica tanto costo energético a expensas de los demás, del entorno, para llegar a algo tan pobre?  Los vaivenes de la mente encarnados por la mujer que habita en su interior, guían a Sergio hasta su presente y le permiten comprender cuál es el camino para no ser sólo un esfuerzo de la naturaleza, sino algo más profundo y verdadero que habita en el alma humana. 



Fotos


Fotografías de la obra a cargo de Cristian Holzmann














  










Imágenes del proceso creativo a cargo de Pablo Méndez








Críticas, Comentarios, Recomendaciones y Radios


  • Críticas

Equilibrios
El espacio vacío. El gran espacio vacío que hay entre electrones y el núcleo del átomo. La historia de Sergio (Pablo Pieretti) comienza así. O más bien termina así.

Entropía o el orden de lo vano propone una mirada interesante a las generaciones de jóvenes adultos actuales que, por una u otra razón, no logran establecerse en ámbitos como el profesional o el amoroso.

La obra, dirigida por Merceditas Elordi, lleva al espectador a través de la historia de Sergio, quien en un principio, está sentado junto a una mujer (Belén Fernandez Díaz), conversando de ese espacio que hay en una de las partículas más diminutas y a la vez más importantes de lo que somos como seres.

Sin embargo, volviendo en el tiempo, la pieza teatral va develando poco a poco cómo el protagonista resulta ser un hombre de 31 años que no estudió, que nunca trabajó y que fue inevitablemente sobreprotegido por su madre, luego de que su padre no se hiciera cargo de ellos.

Todo esto termina repercutiendo en las relaciones de pareja de Sergio, quien, en compañía de Ella, va transitando a través de todas esas mujeres que conoció en su vida y con quienes tuvo alguna falla, que lo llevó a estar solo nuevamente.

El trabajo de Fernández Díaz es de destacar, ya que la actriz carga consigo la transmutación en todos estos personajes con los que Sergio interactúa. Su madre, Bárbara, su amiga del colegio, la chica que conoce en España… Fernández Díaz logra captar al público con la versatilidad en escena para pasar de una a otra y llevarlo a través de la historia.

Pieretti, por su parte, hace lo suyo encarnando al protagonista -y en algunas ocasiones a su padre- haciendo una muy buena lectura de esa nueva generación de adultos que le temen al compromiso, que no logran concretar algún trabajo o carrera profesional para ser alguien.

Es con la ayuda de los actores, Fernández Díaz y las diferentes mujeres, contrastadas con las actitudes un tanto superficiales y la falta de ambición por lograr algo en la vida del personaje de Pieretti, que se puede reconocer ese espacio vacío en el que una persona sin un propósito puede convertirse en un espacio vacío.

Luego, poco a poco, el espectador va apreciando las lecciones que cada una de las le fue enseñando a Sergio, y cómo al final de la obra su vida se ve modificada por todas estas relaciones.

El trabajo actoral y su interacción con los diferentes elementos en escena fue interesante, sin ir al exceso de utilización de los mismos. Hay momentos graciosos y de compaginación con la música que le brinda riqueza a la obra. Y a esto lo acompañan esas píldoras de sabiduría, en la que se invita al espectador a reflexionar sobre la visión de mundo del joven actual y de cómo el paso del tiempo y las personas con quienes comparte le van mostrando el camino.

María Lucía Abello - "Espectáculos de Acá" 


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Cuando la vida se maneja por colisiones, encuentros y desencuentros sin luchar y sin mirarse parece un mar en el que nada cambia realmente, salvo por pequeñas o grandes tormentas.  Nada cambia excepto que algo de la soledad y la angustia no calla dentro. No todas las respuestas se entienden rápidamente, pero ahí están las fichas para armar una mirada posible.
Todo esto que parece muy terapéutico y filosófico parte en una obra muy divertida. Está armada por capas como una obra de papel maché,  de las cuales uno puede mirar el desarrollo, el resultado o reflexionar sobre las decisiones  que uno toma en el camino. Todo lo que un hombre debería saber sobre el amor y no sabe si preguntar o no….
Con las excelentes actuaciones de Pablo Pieretti que encarna al hombre y de Belén Fernandez Díaz trayendo, de manera impecable, a  todas las mujeres de la vida desde la madre a la última de las relaciones.
La que diseña este divertido entuerto cómico/metafísico es Merceditas Elordi y lo dirige con una prolijidad que te deja la sensación de algo sencillo, cuando es una obra profunda y compleja.
La síntesis en los recursos escenográficos y una inteligentísima iluminación enmarcan el camino de la historia y la atención de los espectadores.
Una obra para divertirse  o reflexionar pero seguro para disfrutar de un  momento de humor de la mejor calidad.
María Inés Senabre - Espectáculos Alamod 

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Que una obra se estrene en el teatro Belisario, significa que al menos, hay una base de nivel para que su director y dueño Marcelo Savignone, acepte presentarla. De esos teatro que dan garantías de que vamos a ver algo correcto. A su vez, su dramaturga y directora es Merceditas Elordi, por lo que la apuesta se elevaba incluso más. Ella, ganadora de varios premios e infinidad de nominaciones, tentaba con la ilusión de que su “Entropía o el orden de lo vano” nos iba a gustar.
Y allí estábamos, desafiando al frío de los domingos, en plena Avenida Corrientes, junto a un puñado de periodistas que hacían al estreno o a la función de prensa. Las luces del cartel de enfrente de Martín Bossi iluminaba la entrada. Y uno se camufla, así gana en opacidad y puede disfrutar más de la obra. Porque a eso íbamos. A disfrutar. De su protagonista, no teníamos más que comentarios positivos de su anterior obra “Marilyn” y de su otro protagonista Pablo Pieretti, algunas referencias televisivas. Aunque a decir verdad, el crédito de Elordi era lo que nos motivaba por sobre todas las cuestiones.
Siempre entrar a la sala y que los actores estén ahí sentados, a la espera de comenzar su obra, inquieta. Inhibe. Uno se empieza a apurar y hace inmediatamente silencio. También obliga a prestar atención desde el primer segundo. Y nos preguntamos, de dónde viene el primer golpe. No es golpe, pero si estímulo, cuando la música original, comienza a sonar y nos damos cuenta que comenzó.
La historia es la de Sergio, un joven perdido que decide tras una mala jugada de su corazón, irse a vivir a España, a Barcelona más precisamente. Y de ahí, en ese desencuentro con su madre herida por su partida, se retrocede y se avanza caprichosamente para mostrarnos los embates de este chico con sus mujeres: su madre y sus diferentes novias. Además  de su relación con su tácito padre y los dilemas existenciales que tienen sobre el amor y su confrontación y competencia.
Merceditas Elordi en su rol de dramaturga, desmenuza el pensamiento masculino como pocas; al que le pone sobre sus brazas, la sal que le da las relaciones con sus parejas, pero sobre todo con su madre. Ese ir y venir, amor incondicional de parte de ella e ingrato de su parte. Algunas perlitas de la Elordi como directora es la escena de la cama, donde con música de la época de Buster Keaton, da cátedra de lo que sucede en una pareja cuando ya está todo roto. Otras pinceladas de su talento lo da en la unión de la música con los actos de los protagonistas. “Entropía o el orden de lo vano” como comedia es un dramón del pensamiento masculino y como drama, es una comedia deliciosa que se disfruta segundo a segundo.
Párrafo aparte para Belén Fernández Díaz quien se desdobla en varios personajes para darle vida a todas las mujeres. Enérgica, reticente, empalagosa pero por sobre todo, elástica, para darle credibilidad a cada uno de ellos. Pocas actrices lo logran con segundos de diferencia, porque sus cortas intervenciones, obligan a mimetizarse con el personaje de antemano.
Su nombre ya resulta interesante, y una vez finalizada, confirmamos todo lo imaginado. “Entropía o el orden de lo vano” es una inmensa obra de teatro, que hace sobresalir a todas sus partes. Solo un gran trabajo de dirección logra que tanto sus actores, como su música original a manos de Diego Girón, el vestuario de Silvina Zorzoli Carrasco y el diseño de escenografía de Edgardo Aquilar, se auto motiven.
Celebremos lo nuevo de Merceditas Elordi, quien nos alegró una fría noche de domingo de junio con su encantadora obra.
Sergio Tambone - Fonda Teatral 
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"Entropía" procede de un vocablo griego que puede traducirse como “vuelta” o “transformación”, en el ámbito de la Física se refiere a una medida del desorden que puede verse en las moléculas, en la teoría de la información, la entropía es la medida de la incertidumbre que existe ante un conjunto de mensajes.
Merceditas Elordi al crear su obra, usa todos estos significados para entrar en la cabeza de Sergio (Pablo Pieretti) y contarnos su historia de vida. Las ausencias, las rupturas y los frágiles lazos de familia y de pareja, llevan al personaje por un viaje a través de tiempos y océanos en su búsqueda de respuestas.
La puesta aprovecha cada espacio escénico para ubicarnos en un momento y lugar diferente, acertado diseño de luces para completar esa ilusión. Todos los rubros técnicos (música, vestuario, escenografía, etc.) denotan haber sido pensados y cuidados por su directora, un gran acierto.
Pieretti, dá vida a un personaje en eterna búsqueda, que trata de unir sus pedazos en desorden constante por su historia fpersonal, un padre ausente, una madre sobre protectora y amores conflictivos que le dejaron mas preguntas que respuestas. Sólo con una mirada y pequeños detalles logra transformar su personaje y emocionar...
Belén Fernández Díaz hace un trabajo actoral muy completo, encarna a las distintas mujeres de la historia de Sergio; en pocos segundos y con pocos elementos o accesorios de vestuario logra modificar su tono de voz, su postura corporal y dar vida a la madre, amigas o parejas del protagonista masculino.
Entropía o El Orden de lo Vano es una obra cuidada y entretenida, nos da la posibilidad de pensar en nuestro propio desorden de partículas, en dejar atrás la incertidumbre y dar paso a la transformación interior.


Sergio Céliz - La Mirada O


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Norma Dumas - Revista Veintitrés

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El cuerpo habla, es una frase que muchos solemos repetir a menudo. Nuestras
acciones nos dejan marcas, nuestras palabras nos guían a un lugar en ocasiones
esperado y en otras no tanto. Él es Sergio. Un hombre joven cuyo presente es triste y
desesperanzado. Son diversos los sentimientos que lo acompañan durante sus actos.
La soledad es un factor que lo acompaña al momento de lograr establecer vínculos
amorosos. La voz protagonista es la de ella, una mujer que logra por momentos
captar sus recuerdos más íntimos. No siempre lo que nos dicen es lo que más nos
gusta escuchar. El susurro de la verdad es la que se hace presente con el transcurrir
de las escenas de Entropía o el orden de lo vano.
Sergio, un hombre tranquilo, transcurre un momento de su vida crucial, en donde todo
puede comenzar a cambiar. La verdad se para de frente, lo mira y lo invita a recorrer
recuerdos de su pasado y su presente más cercano.
Las actuaciones de Pablo Pieretti y Belén Fernandez Díaz sorprenden. Logran una
interacción total que remiten a los espectadores a ver más allá de las escenas
expuestas. Se transmite un interesante trabajo por parte de la Dramaturgia y
Dirección a cargo de Merceditas Elordi. Sus cuerpos no solo narran, sino que
interactúan con figuras armoniosas. Se miran, se descubren. Transmiten un juego
actoral importante de analizar.
Un aspecto a resaltar es el juego que componen las luces y la sombras de la puesta.,
creando climas diversos entre el transcurrir de la puesta a cargo de Julia Santesteban.
Entropía o el orden de lo vano se presenta todos los domingos a las 20 horas en el
Teatro Belisario Club de Cultura, narrando una historia en donde todo podrá cambiar
a partir de ahora.

Florencia Di Santo - Criticunder

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Sergio (Pablo Pieretti) es un joven solitario y triste, su estado de desesperanza lo lleva a pensar su filiación, su relación con los padres. Por otro lado su soledad lo sumerge
a lo difícil que le resulta mantener una pareja estable, repensar estos comportamientos lo hace encontrarse con su interioridad.
Mucho ha ocurrido, mucho ha crecido. Todo crecimiento supone conflicto, dolor, sosiego pero, también el tiempo es un momento para revisar su historia desde una perspectiva de humanización, es un encuentro con uno mismo, y este sólo se da, cuando tenes una edad, que te invita a mirarte.
Le faltó esa cercanía por el lado del padre, que lo escuche con atención, que tenga tiempo para compartir con él, que sus corazones latan al mismo ritmo, y la distancia por parte
de su madre, para no seguir sobreprotegiéndolo y que sea obstaculizada su autonomía, Sergio tiene un vacío existencial, y muchas dudas planteadas, así se presenta su realidad. El sentido de la vida surge por la necesidad de dar solución a los problemas que tenga y dar respuestas que implica la vida: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hacer con mi vida? ¿Qué camino seguir?...
De pronto llega Ella (Belén Fernández Díaz), es todas las mujeres en una. Ella es su memoria, su conciencia, su voz, es quien se encarga de sacarle el vendaje de sus ojos para que Sergio vea y mire a la vez y descubra la riqueza que tiene.
En la vida de todos y en la de él también, hay muchas pérdidas, pero también muchas oportunidades.
No hay mejor recurso humano que disponerse a querer subsanar situaciones de olvido, ¿podrá construir el hoy y por qué no el mañana éste joven?... todo dependerá de él.
Una dramaturgia de alta calidad, con mucho estilo, un texto vibrante y su temática en lo personal me atrapa, y más si está excelentemente protagonizada como es en esta oportunidad.
Exquisitas actuaciones, la ductilidad actoral de ambos, es lo que destaca cada situación. Una brillante performance de Belén Fernández Díaz, las caracterizaciones de esas diferentes mujeres, con detalles ínfimos en cuanto accesorios, pero si muchos cambios que sólo una gran actriz puede lograr, sus gestos, sus miradas, sus posturas y proyección de voz, eran suficiente para saber qué mujer se adueñaba de la escena.
Un profundo y jugado trabajo de Pablo Pieretti, los estados que conlleva al desborde y la confusión, son llevados con una intensidad y un despliegue singular. Su expresividad, tanto su emoción como su frivolidad, nos permite meternos de lleno a desentrañar la vida de este sujeto. Loable su papel.
Excelsa dirección a cargo de su autora Merceditas Elordi, concentrada en cada detalle, una puesta en escena perfecta, cada elemento sobre el escenario es intervenido por los intérpretes, además los movimientos que efectúan los actores dentro del escenario ayudan a enfatizar el lugar, el tiempo y
los personajes. El sonido y la iluminación ayudan al entorno. Entonces cuando la conjunción de esos elementos se reúne tan exitosamente, no se puede decir más, que es una Imperdible y Bella pieza teatral.
¡¡¡ALTAMENTE RECOMENDADA!!!

Silvina Brandana - Cultura del ser producciones


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“Entropía o el orden de lo vano” es una pequeña historia con grandes actores. Una comedia dramática de estados que brilla por su simpleza y su cuidada dramaturgia. Todos los domingos por la noche en el Belisario Club de cultura podemos sumergirnos en la compleja vida de “Sergio” (un fresco Pablo
Piere⸀ጅi) y “Ella” (la multifacética Belén Fernández Díaz) que narrarán con dinamismo la vida de un hombre de unos 30 años a través de todas las mujeres de su vida. Pasado, presente y futuro se conjugarán coreográficamente en una puesta en escena intimista con claras reminisencias a Tennesse Williams: “Traté de dejarte atrás pero soy más fiel de lo que pensaba ser” o “El tiempo es la distancia más grande que existe entre dos lugares” son algunas de las frases pertenecientes a “El zoo de cristal” que aparecen en la obra, como homenaje al gran dramaturgo estadounidense. Es que la mise en scene que concibió inteligentemente Merceditas Elordi se posa con gracia en aquello milimétrico, aquello pequeño y a la vez potente de las relaciones humanas.
Utilizando como metáfora un término proveniente de la física, Elordi nos habla de esa transformación permanente como seres humanos, de la elección del desorden y del caos que significa estar permanentemente relacionados con los otros. El antropólogo francés Marc Augé dice “No hay identidad sin alteridad” enfatizando así la inmensa correlación con un otro ad infinitum. Pilar, Bárbara, La madre, Jacinta (la gata de Sergio) son algunos de los personajes femeninos que desfilan por la vida de este hombre sin rumbo, con pocas ambiciones pero genuino en su accionar. La pregunta es si Sergio logrará
aprender de sus errores o simplemente seguirá en la misma tesitura huyendo del compromiso permanentemente.
En 1977 y unos años antes de que lo atropelle el camión de lavandería que terminó con su vida se editaba “Fragmentos de un discurso amoroso” del semiólogo francés Roland Barthes: “La ausencia amorosa va solamente en un sentido y no puede suponerse sino a partir de quien se queda ‑y no de quien parte‑: yo, siempre presente, no se constituye más que ante tú, siempre  ausente. ” es una de sus frases más emblemáticas.
“Entropía o el orden de lo vano” reflexiona acerca de las nuevas generaciones juveniles sin juzgar las acciones de sus protagonistas, sino más que nada intentando capitalizar las historias ficcionadas como fuente de aprendizaje. La identificación con la platea resultará inmediata, muchas veces vamos al teatro
para que nos confirmen algo que ya sabemos. Así sucedió con el realismo costumbrista de los ´60 en dónde la clase media ya sabía lo que iba a escuchar y ver. El teatro como maquinaria transformadora emerge nuevamente en esta pieza teatral intentando dar algunas respuestas. Una iluminación cuidada (a
cargo de Edgardo Aguilar) junto con la hipnótica música de Diego Girón completan felizmente la propuesta de Merceditas Elordi.

Julieta Messer - Spectavi


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La problemática de Sergio es la misma que vivimos todos aquellos que promediamos los
treinta y medios. La euforia vivida de joven, con el escepticismo por el futuro; entre una
madre extremadamente presente, un padre que ya es una competencia y un presente antipático, con millones de dudas. Esto muestra su autora Merceditas Elordi y eso 
entendemos. Las mujeres, se pondrán del lado femenino; mientras que los espectadores hombres, entenderemos a nuestro héroe en cada frase.
“Entropia o el orden de lo vano” habla de la insatisfacción. Una dirección técnica deliciosamente realizada por la misma Merceditas Elordi, quien encuentra en su actriz Belén Fernández Díaz, la máxima expresión de todas las mujeres que pretende representar. La madre sombra y despechada, la ex novia aturdida, la actual de orientación naturista y aquella volátil que el hombre jamás, por más recursos que utilice, podrá domar.
La obra en sí es para enmarcar en un recuerdo teatral. Algunas fotografías internas quedan. La música, creación de Diego Girón, hace que todo se visualmente más bello. Como en las películas románticas que con la música hierve el corazón, Elordi hace de la banda sonora, algo primordial.
El vestuario también es vital, sobre todo en su actriz que se desdobla tan solo con una remera de más o unos anteojos de menos. La escenografía, realización de Edgardo Aguilar, es el plafón justo para que Elordi aumente los detalles.
Mención especial para Pablo Pieretti. La estrella de la obra. Porque para que todos los ríos
confluyan en un mar, éste debe tener la capacidad para recibirlos. Nada podría brillar de la forma que lo hace, si su actuación no tuviese la fuerza para recibir cada simbronazo ajeno. Como hijo, amante, seductor y conquistador, se luce. Una actuación camaleónica por donde se lo mire. Otro acierto es su duración. Un poco menos de una hora para contarnos una historia que avanza, retrocede, va para un costado y para el otro, mientras unimos las piezas que nos dan la verdadera esencia de Sergio y de su amada.
“Entropía o el orden de lo vano” es todo lo que su nombre no es. Una obra amistosa, con
pretensiones sofisticadas pero que llega al corazón de inmediato. Ya su inicio, con Sergio
enamorándose de su bella compañera, queda. Y el correr de los minutos, es solo para
acomodarse y disfrutar.

Axel Serrano - Está en Buenos Aires

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Sergio se enfrenta a un gran abismo, el abismo de su propio interior, donde busca a una que no es, porque todas las mujeres son una o ninguna, tan hombre, tan volátil en sus deseos y decisiones, tan real y cotidiano, como un hombre que nunca ha dejado de ser un niño, y juega a ser grande. Se intuye la mirada femenina de Merceditas Elordi, autora y directora de la obra, porque existe en ella una sensibilidad propia de quien ha padecido el orden de lo vano en el otro.
Hermosa y poética puesta en escena, ágil, que se desliza frente a nuestros ojos, y sabemos, entendemos el sin rumbo de la vida del protagonista. Sobresaliente labor de Belén Fernández Díaz que es muchas, se transforma, es madre, amante, novia, le pone el cuerpo a su labor de forma precisa.
Cabe destacar el trabajo de vestuario, excelente recurso de Silvina Zorzoli Carrasco, ya que los actores permanecen en escena todo el tiempo... ella es muchas, y va mutando, sacando y poniendo, suma y resta, con armonía y agilidad, sin distraerse de su papel, muy buena vuelta para poder cambiar , e incorporar el acto de vestir y desvestir de forma armoniosa.
Entropía o el orden de lo vano es compleja por lo simple de lo que trata,algo tan común como el sin rumbo, la soledad, el tratar de encontrar a ese alguien que nos haga soñar y vivir sueños, nos cuenta la vida de su protagonista, sus duelos, dolores, amores, pero lo mas significativo, nos deja plasmado frente a nuestros ojos una sensible radiografía del alma humana y sus desventuras.
Entropía procede del griego (ἐντροπία) y significa evolución o transformación y ahí quedan ellos, nuestros protagonistas, tratando de darle un orden a lo vano, a lo azaroso de vivir, y nos dejan ese sabor a promesa por cumplir, esa promesa del amor que esta por llegar, el verdadero, el puro, el que mate a la soledad y la angustia, esa que aqueja a Sergio, y no lo deja sanar sus vivencias.

La letra tal vez


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La mente de un joven de treinta años interpretada magistralmente por la dramaturga y directora Merceditas Elordi.
Entropia o el orden delo vano brilla por su dupla protagónica Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti.
Excelente la actuación de Pablo Pieretti para ser el eje ideal en el cual ronda la pluralidad escénica de Belén Fernández Díaz.
En Entropia observamos el desamor por el ser perdido, el amor maternal, el desprecio de los
hijos y el subibaja de los sentidos.
Merceditas Elordi regala en su afán de generar teatro de excelencia, una maravillosa obra de las pulsiones que siente el corazón humano.
Entropia o el orden de lo vano es de esas obras que llegan a la cartelera porteña para quedarse unos cuantos años. Brillante la dirección de Merceditas Elordi, y superior como dramaturga, para enseñarnos chispazos de amor en todas su formas.

Santiago Israel - El teatro según Twitter


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Un dicho inteligentemente dice que “detrás de todo gran hombre siempre hay una gran
mujer” y aferrándose a ese concepto, Merceditas Elordi parecería recrear con su obra:
“detrás de todo hombre desorientado, hay importantes mujeres angustiadas”. En el caso
de Sergio, excelente interpretación de Pablo Pieretti, están su madre, su ex pareja, su
noviecita del momento y algún que otro amor recordado. “Entropía o el orden de lo vano”
es esta madeja de mujeres recuperando a este joven confundido, irritable y agobiado.
La nueva obra de Merceditas Elordi, premiada por su dirección en “De hombre a hombre”,
obra escrita por Mariano Moro; es una pequeña clase de arte. De dramaturgia en primer
punto, de dirección y de cómo vestir una obra de forma chic para que lo que sea vea,
termine quedando a la vanguardia.
Las actuaciones son para resaltar. Tanto Belén Fernández Díaz como todas esas
mujeres antes mencionadas; como Pablo Pieretti en su rol protagónico, elevan la vara de
la actuación tradicional del teatro independiente. Ellos estimulan al espectador y
alimentan la obra. Se paran de forma autoritaria, hablan bien y emocionan desde todas
sus posturas. Gran trabajo de su directora para darles vuelo propio en el radar que ella
les impone.
Con un vestuario modesto y opaco, lógico para que no llame la atención y una
iluminación matemática, todo lo que acontece sobre el escenario del Belisario, está
estudiado para que la historia no se corra por ningún momento.
La belleza de Fernández no confunde, como tampoco la preparación física de Peiretti.
Por eso volvemos a remarcar el trabajo de su directora, quien en su inventario original
contaba con elementos que podían jugarle en contra, pero que dosificó para que solo
brille la obra. Las actuaciones sobresalientes por debajo. Y su dramaturgia, por encima
de todo. Como un pastel de elaboración artesanal, que las diferentes capas tienen como
prioridad la exquisitez final.
Si hasta aquí no mencionamos la música original de Diego Girón es porque es necesario un párrafo por fuera de la crítica. Un sonido que nos lleva a los orígenes del cine mudo,
cuando se ponía banda de sonido por fuera de la cinta. Un trabajo magistral de Girón y
volvemos a nombrar a Elordi, quien unió ambos mundos para que el progreso de la obra
sea exacto, música por un lado, narración por el otro.
“Entropía o el orden de lo vano” es la continuidad de Merceditas Elordi, que en cada obra
enseña lo prestigioso y sofisticado de su registro teatral.

Ignacio Ballesteros - Artistas del Off


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La voz acusadora, la justificadora, la que ilusiona, la que demuestra que la sensibilidad femenina siempre está por sobre la masculina. En psicología podría ser el “Súper Yo”. Eso es lo que pone en relieve Merceditas Elordi en su nueva obra de teatro “Entropía o el orden de lo vano”. Y lo personifica con la talentosa Belén Fernández Díaz, actriz que le pone cuerpo a su mamá y a sus anteriores novias. Nuestra psiquis por sobre sus actos. Un acierto las contradicciones de una madre que ama a su hijo y eso le genera bronca, por sobre ese amor incondicional.
Sergio es un chico que no le cuesta entablar relaciones con las chicas. Su hombría y cuerpo escultural le abren las puertas de las mujeres más diferentes. Pero a su vez, esa fácil apertura es la que lo conflictúa. La imagen endeble de su madre choca con lo fuerte y viril de su padre y en ese bache, se pierde. Elordi como autora, así lo entiende y así la aplaudimos. Porque “Entropía …” es ese estilo de obras psicológicas que todo lo que reluce es porque su directora así lo quiso. Y en esta ocasión, es la misma persona, porque lo que se escribió pensando en cómo dirigirlo, se dirige en base a lo escrito. En los pergaminos vemos que Elordi ganó varios premios y con esta obra, va por el mismo camino.
Volviendo a las actuaciones, no podemos dejar de maravillarnos con la simbiosis que se genera entre Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti. Como el juego de miradas, la articulación de sus movimientos y cómo varía ella cuando se multiplica en los diversos personajes y cómo él reacciona siempre de la misma forma ante cada uno de los personajes. De la compasión a la ira, de la culpa a la locura y del amor a la tristeza sin puentes. Claramente hay mucho ensayo y horas de probar, editar, sacar y poner.
“Entropía o el orden de lo vano” puede ser abordada desde dos ópticas completamente opuestas. La del hombre macho alfa o de la nuestra, en la cual muchas veces somos víctimas y promotoras. Seguramente las dos estén bien identificadas y llevadas a cabo. Y para completar con esas sensaciones, la música original de Diego Girón reluce todo. El acto de amor entre Sergio y Bárbara; pura destreza, puro erotismo y pura ingenuidad. Todo en su punto justo.
Algo que habla de la apertura y del manejo de la sutileza exacta de su autora es la inclusión de la tecnología en la trama y el uso de Facebook pero sin caer en lo obvio. Solo detalles, como también incluir la moda vegana y naturista en una de estas mujeres desencantadas por el bello Sergio. Porque machacar en esos aspectos es lo obvio por estos tiempos, pero ella lo pone en su punto justo, al menos para ubicarnos en tiempo y en espacio. Es una obra actual.
Seguramente las mujeres nos sentiremos identificadas en muchos de sus pasajes, porque si bien Merceditas Elordi nos pone en primer plano a su todopoderoso Sergio, lo fuerte viene por el lado de estas mujeres. Somos ellas, pero también por él.

Natalia Gonzalez - Teatro con Rouge


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En la puesta que dirige Merceditas Elordi, cuya dramaturgia también le pertenece, el tiempo es un procedimiento fundante en el desarrollo de una intriga que nos introduce en el territorio de la vida de un hombre, niño grande, Sergio, que se resiste a formar parte de un sistema y que como el universo se dispersa y expande sin ataduras. El relato nos lleva a su imaginario a través de aquellos que tuvieron para él una importancia constitutiva, aunque luego comprendemos que son como hitos, pequeñas paradas donde situarse, vivir la tensión de un momento para luego extender su propósito hacia atrás o hacia delante: la madre, el padre, Eliana, Bárbara. El tiempo sin cuadraturas cronológicas, aparece en escena no desde un proceso lineal, sino en una espiral que nos lleva hacia un centro para despedirnos luego hacia las orillas. En un espacio en penumbras, una pareja sentada hacia el espectador, dialoga sobre el universo y nuestra constitución: átomos, neutrones; el universo es en macro lo que cada uno de nosotros y de todo lo que nos rodea somos en micro: energía. Como energía que se dispersa, el hombre1 Sergio, escapa a sus roles: hijo, pareja, posible padre y construye una vida en los márgenes del deseo de una sociedad que quiere controlar el caos que el universo nos ofrece, y vive en una situación de desorden permanente para la mirada de los otros, los que sí nos aferramos a nuestra manera ordenada de sentir la vida. Si el universo es expansión2, el tiempo no tiene tampoco para él ningún sentido que lo obligue, en su eterno transcurrir, a asumir responsabilidades a partir de los años cumplidos. Tiempo y espacio que nos presenta sus puntos de fuga y a la vez se contrae en la cuadratura de una pantalla de computadora en las ondas que a la vez se expanden del internet. En una escenografía con los elementos necesarios: la mesa que se vuelve pantalla, una cama hacia el fondo, las sillas, ropa y zapatos estratégicamente ubicados, una planta, y el medio tono de la luz, los personajes se nos presentan en los cuerpos de Belén Fernández Díaz, y Pablo Pieretti, verosímiles a partir de los cambios en el vestuario, y sus muy buenas actuaciones. El amor en sus diferentes matices, en su versión de posesión de lo amado es el acicate que lo lleva a la búsqueda incesante de un punto de escape, y el concepto de egoísmo flota como un fantasma sobre las cabezas de los personajes, en un duelo entre quien espera compromiso y demanda amor, y quien busca libertad de acción sin responsabilidad ninguna aunque afirme amar. La figura del padre, que de alguna manera sin conocerlo imita en su proceder, los genes son los genes, es un espejo donde verse y comprobar que no todo es tan sencillo como parece, y que los límites también son necesarios para la convivencia pacífica. La presencia de Eliana, que como él tiene en su vida sus propias leyes, le hace añorar a Bárbara y su continente. Entropía es una propuesta de juego teatral con los interrogantes de un presente que nos obliga a reacomodar los roles sociales, a preguntarnos por los temas fundamentales de la vida: el amor, la libertad, el compromiso, el tiempo, la comunicación, la posibilidad de un diálogo cierto que nos permita conocernos. En el campo minado de la incertidumbre posmoderna, todo estalla por el aire, o se vuelve líquido, y entonces cabe preguntarnos en los caminos y en los tiempos para llevarlos adelante. Si nada conocido es creíble ya, si dudamos de nuestras certezas, revisemos nuevamente el universo donde encontraremos las respuestas a partir de sabernos parte de él, compartiendo su estructura disociada, su permanente estado de caos, porque donde ya todo está limitado la creación no existe, y el universo se crea y recrea a sí mismo por siempre jamás.

María de los Ángeles Sanz - Luna Teatral 

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Parte del todo.


Un hombre que ama, una y mil veces. Mil veces y ninguna. Una mujer que es todas, es ella, es lo tangible del amor. Es mamá y es el flechazo de la infancia. Es el encuentro, de la mano del desencuentro. El abandono en sus variadas formas. Es papá, que no me recuerda por mucho que yo lo intente. En medio del caos, en medio de tanta valija deshecha con historias del ayer, ¿habrá lugar para lo verdadero? Cuando la idea del mañana está tan presente y la esperanza de lo que será no me deja vivir el hoy, ¿la felicidad es posible?
Con texto y dirección de Merceditas Elordi, Entropía o el orden de lo vano, nos presenta a Sergio (Pablo Pieretti) en un incesante coqueteo entre lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que será. Lo inestable de las relaciones y las fluctuaciones del deseo se pondrán en primer plano en esta obra que, lejos de caer en golpes melodramáticos, utiliza el humor como canalizador del sentimiento. Ella (Belén Fernandez Díaz) tendrá la ardua, y a la vez entretenida, tarea de encarnar a todas las mujeres que transitan un fragmento de vida con Sergio. Compañeras momentáneas de este viaje que, de manera casi imperceptible, va dejando huellas. La búsqueda constante del sujeto y la aceptación del ser parte de un todo. 
Como electrones girando alrededor del núcleo.

Valeria Arévalos - La Mirona Artística

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El paso del tiempo hace que uno se detenga en continuas autocríticas. No es cierto que uno no las realiza, lo que sucede es que una cosa es no hacerlas y otras no compartirlas. Es el caso de Sergio cuya vida actual es solitaria y caótica. Busca un objetivo, un motivo por el cual detenerse y dejar de ¨tropezar con la misma piedra¨ pero aún no lo logra, en especial en lo sentimental. Ahí está uno de sus problemas, sin duda el más importante.
Aparecerá Ella, quien será el nexo entre esa autocrítica de Sergio quien no quiere compartir ante la presencia de los demás y nosotros quienes esperamos de saber de su mundo. Tal vez no para ayudar sino para ver en cuanto nos sentimos identificados o no con él. Entonces, ella es la voz, el pasado y presente de esa vida caótica, no única pero sí caótica.
Nadie puede garantizar un cambio. Sergio no es único. Hay muchos. Sólo puede demostrarnos que los otros también son muchos y no tienen que sentirse únicos y de esa manera poder confiar en un cambio, en el cambio. La cuestión es estar siempre dispuestos y permeables para darse cuenta y arriesgar, confiar que uno puede acertar y si no lo logra nada cambia porque hasta el momento la alternativa elegida siempre fue la errónea.
Entropía o El orden de lo Vano es una obra para ver antes que baje de la cartelera porteña e ir con la intención de buscar esa permeabilidad que seguramente en algún momento ha tenido en la vida y si aún no la tiene recordar como logro superarla para transmitirle a algún otro Sergio los pasos a seguir.

Las muy buenas actuaciones hacen que la obra transite de manera ágil en un espacio poblado por no muchos elementos escénicos, siendo los mismos los propicios para describir cada situación como la vida misma de Sergio.

Sergio Di Crecchio - Glenn Miller Show


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“Entropía o el orden de lo vano” propone una nueva visión de relación entre un él y una ella, con una poética singular, profunda e intensa.
SORPRENDENTE MATERIAL DE MERCEDITAS ELORDI, con acertadísima dirección escénica y con dos actuaciones excelentes aunque desparejas. SERGIO UN JOVEN ABURRIDO Y SIN ESPERANZA, en principio con una manifiesta soledad y aparece ella, la que dice verdades, la suma de más de una mujer; y a partir de ese momento.. .lo tiene que develar usted yendo. PORQUE EL CUENTO LO TIENE QUE TERMINAR USTED. IMPERDIBLE. Pablo Pieretti desarrolla un esfuerzo escénico entusiasta y vital para activar su rol, pero es ella, Belén Fernández Díaz, la que mejor expone su acting, más jugado corporal e intelectualmente. Ella toma la delantera en escena. BIENVENIDA ESTA NUEVA PROPUESTA QUE LE DA UN AIRE NUEVO a la a veces predecible cartelera de espectáculos porteños. MENCIÓN APARTE para la escenografía e iluminación de Edgardo Aguilar. Isaac Eisen - Prensa Zona Norte TWITT SHOW NEWS


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"Entropía o El orden de lo vano" es una obra que nos lleva a reflexionar acerca del peso de la vaciedad en la vida de un hombre de 30 años, que es atravesado por un pasado marcado por el abandono paterno y la sobreprotección materna y un presente que acumula diversas relaciones pero de escasa profundidad emocional. Sin embargo, con la aparición de una mujer que son todas las mujeres de su vida, su futuro podría cambiar a partir de una mirada transformadora hacia el interior de su ser.
Excelentes las actuaciones de Pablo Pieretti, en su rol protagónico, y Belén Fernández Díaz, encarnando magistralmente a todas las mujeres con una formidable versatilidad. Es para destacar la profunda conexión de ambos artistas que traspasa el escenario.
Una acertada iluminación que acompaña los cambios situacionales, mediante el sutil movimiento del mobiliario y variaciones de vestuario que realizan los intérpretes. Si sumamos a todo esto las adecuadas intervenciones sonoras, podemos hablar de una puesta en escena perfecta cuyos detalles enriquecen sin distraer al espectador.
Es evidente que esta exquisita pieza teatral no podría haberse concretado de no ser por el impecable trabajo de su directora y autora Merceditas Elordi.
Una obra que no hay que dejar de ver en estos tiempos de desamor y desencuentro.


Sandra Paul - NGN Teatro


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ENTROPIA, O EL ORDEN DE LA VANO BRILLO EN EL AUDITORIUM

La obra escrita y dirigida por la talentosa Merceditas Elordi estreno ayer a las 22.30 hs. en la sala Natchman del Centro Cultural Auditorium Mar del Plata y se presentara durante los meses de enero y febrero todos los domingos con entradas a $150 para el publico en general y descuentos para jubilados y estudiantes.
Entropia lo tiene todo, durante la hora que dura la obra el espectador entra en clima desde el minuto cero antes de acomodarse en su butaca. Protagonizada por Belen Fernandez Diaz y Pablo Pieretti la historia cuenta la vida de un hombre con poco mas de 30 años que parece no tener rumbo en su vida, pero sobre todo, en sus vínculos sentimentales ya sea con amores , de la infancia, actualidad o hasta la relación con sus propios padres.
Pasando por muchos personajes, estos jóvenes cautivan al publico creando momentos de tensión, emoción, tristeza, erotismo y por supuesto, humor.

En el dialogo adjunto a este articulo que Marpla Noticias mantuvo con su directora, nos cuenta mas detalles de la obra que se mantuvo en cartelera porteña por gran parte del 2016 y que promete ser un éxito en este 2017.
Ezequiel Chamorro - Marpla Noticias


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Merceditas Elordi una vez más regresa a su Mar del Plata querida para brindarle lo mejor.  Esta vez con una propuesta de su propia autoría y dirección donde se luce junto a Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti protagonistas de una historia de esas que llegan, por parecerse un poco a nosotros mismos, historias mínimas, historias del corazón.
Entropía, desde la física es una magnitud termodinámica, es la medida del desorden de un sistema según la RAE y es a su vez, un concepto que Elordi utilizará como metáfora para comenzar a contar la historia donde Sergio (Pablo Pieretti) es el protagonista, un joven que ha tenido a lo largo de su vida varios desencuentros amorosos y una historia con sus padres que de algún modo siempre nos condiciona.  Sergio está buscando su rumbo su norte, pero ahí estarán ellas todas las mujeres encarnadas en Belén Fernández Díaz quien representará cada ilusión, fantasía y desencuentro que ha tenido con las mujeres de su vida.
Los protagonistas de esta historia son dos, pero a la vez son muchos.   En el caso de Belén dado por la representación de ser todas en una, cargando a cada una con una impronta diferente de la que logra entrar y salir con una facilidad donde seguramente su gran formación en el IUNA y Savignone y sus máscaras le alivianaron el recorrido.  Fernández Díaz consigue la empatía y admiración de un público que celebra su talento.  A su vez Pablo Pieretti consigue con Sergio conmover a través de su desolación en algún punto, su búsqueda desesperada por el amor con la que el espectador se identifica.  Porque en definitiva todo lo que necesitamos es amor, dijo un gran maestro. 
Ambos consiguen una gran conexión sobre el escenario, los meses en que se presentó la obra en Buenos Aires seguramente fue la antesala para llegar a Mar del Plata con una obra ya cerrada y con mucho para ofrecer. 
Merceditas Elordi, supo conjugar lo mejor de éste trío.  Desde la dirección existe un trabajo profundo y minucioso que logra contar desde la sutileza escenas de gran ternura y otras de gran erotismo.  Hace referencia a las relaciones virtuales, pero no desde la obviedad, la dirección será la clave de éste espectáculo.
Por otra parte la música de Diego Girón, al principio parece casi competir con el texto, sin embargo con el correr de la obra, se convertirá junto con las luces y la escenografía – responsabilidad de Edgardo Aguilar- y el vestuario (de Silvia Zorzoli Carrasco)  en elementos fundamentales a la hora de acompañar y potenciar el relato.
Elordi que en 2012 ganara el Premio Estrella de Mar por “De Hombre a Hombre” entiende que volver a su ciudad implica un gran compromiso y está dispuesta una vez más a honrarlo y brindar lo mejor de sí misma y de su arte.  Mar del Plata, feliz de recibirla. 

Carina Polo - Teatro A News


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La trama nos presenta a un joven adulto disperso en los caminos del amor, que se pierde en ondeantes relaciones. Anclado en recuerdos de su primer amor, busca afianzar la relación con sus peculiares padres y encontrar un norte en su inestable destino.
Merceditas Elordi ha ideado una pieza dinámica con dos virtuosos protagonistas que recrean varios y dispares personajes, generando un torbellino de emociones. Seguramente el espectador se verá representado en alguno de tantos sentimientos y fluirá en un clima de tensión, diversión, pena, sensualidad e incertidumbre.
La afinada dirección de Elordi permite que la pareja de actores tenga su espacio para brillar en escena durante más de una hora. Pablo Pieretti, muy certero en su labor, recrea al joven protagonista, a su padre y a un autoritario novio. Belén Fernández Díaz, menos precisa y más intensa, cede su voz y cuerpo para recrear a una avasalladora madre, una amante moralista y diferentes novias.

Un vestuario sobrio y actual, puntual iluminación y sutil musicalización, se conjugan para crear un sencillo ambiente que enmarca y potencia el trabajo actoral y la narración. Entropía o el arte de lo vano es una obra exquisita, que quizá se extienda más de lo necesario, pero representa muy bien la generación de jóvenes en la actualidad. Está muy bien contada, actuada y dirigida. Es un broche especial para cerrar un fin de semana. 
Cristian A. Domínguez - Martin Wullich


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¿Un caos alrededor de nosotros? ¿O será cierto aquello que Dios no juega a los dados? Si es así, esa medida del desorden no es más que aparente y tiene un sentido. Y nosotros, ¿dónde podemos significar el mundo dentro de esta imposibilidad de encuentros? Sujetos mediados por pantallas, andamos sin vernos, sin percibirnos. Y, de repente, la chispa, el contacto ¿real o aparente? Y en todo caso, ¿importa? ¿Cuánto hay de "real" en lo real y de "aparente" en lo simulado? Sergio, interpretado por Pablo Pieretti, se busca sin éxito entre su biografía, las mujeres de su vida, sus búsquedas amorosas y laborales, su padre y, sobre todo, su madre. Belén Fernández Díaz es la encargada de interpretar, con una gran ductilidad, a todas ellas. Entra y sale de esas pieles tan diferentes con apenas un gesto, un detalle, sutilezas que construyen un universo diferenciado...
El texto y la dirección son de Merceditas Elordi, y algo de su impronta de actriz -además de dramaturga y directora- se cuela en Belén. Un espacio pequeño que desafía a los actores a una performance constante para jugar con el escenario, las luces, las sombras, la música y el vestuario; para recrear espacios renovados con la velocidad de un click. Un reloj ajustadísimo dentro del caos de estas vidas . "Entropía o el orden de lo vano" es la propuesta que tiene lugar cada domingo a las 20.00 hs en Belisario Teatro (Corrientes 1624). Para no perderla.



Julieta Strasberg - El Anartista

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La palabra ENTROPÍA, que proviene del griego y cuyo significado es “cambio, transformación”, es utilizada en física como una magnitud que mide el grado de organización de un sistema. Aunque complejo de entender, la Segunda Ley de Termodinámica nos explica que todos los sistemas tienden a un equilibrio que sólo pueden alcanzar cuando poseen el mayor grado de entropía posible. Y la entropía, que no es más que un orden aleatorio y azaroso de las cosas, es lo que comúnmente conocemos como caos. 
Sergio está desolado. Se siente vacío, perdido. Y solamente ella podrá enfrentarlo a su pasado para ofrecerle la revelación que lo salvará de la desesperación, no sin antes obligarlo a recorrer su pasado y forzar sus recuerdos.

Merceditas Elordi, autora y directora de esta deliciosa obra, lleva al público a dar un paseo por la vida de este atormentado joven que busca darle un sentido a su existencia y encontrar un orden entre tanto caos. Y en el recorrido, inevitablemente, logra interpelar al espectador. 

Pablo Pieretti y Belén Fernández Díaz encarnan a la perfección sus personajes. Él es Sergio, y ella es todas las mujeres que se han cruzado en su vida: sus amantes, sus novias, su madre controladora, el amor de su vida. Un trabajo descomunal con un resultado impecable que da cuerpo y alma a este relato íntimo, hermoso, lleno de silencios conmovedores, risas solapadas y momentos de extrema sensualidad y sexualidad. Relato que obliga a ambos actores a apoderarse del escenario, hacerlo suyo y recorrerlo en sus luces e incluso en sus sombras. Un espacio escénico que, aunque hábilmente decorado, representa un espacio vacío que sólo puede llenarse de dolor. 

El universo, ese lugar maravilloso y complejo, ese mar de partículas que danzan en el vacío hacia el equilibrio de la entropía, es la metáfora perfecta para esta historia sobre un joven en búsqueda de la armonía. Porque, al fin y al cabo, el caos no es ni más ni menos que un tipo de orden. El orden de lo vano. 


Sebastián Kargdorian - DeTeatro.com


  • Comentarios



Merceditas Elordi, autora y directora, se da el lujo de darle vida a Sergio (Pablo Pieretti) un hombre joven, desesperado y solo que reflexiona sobre su pasado junto a una mirada femenina con la cual recorren etapas con aquellas mujeres que marcaron su vida. Una historia que atrapa, entretiene, entristece y genera alegría. Elordi mezcla recursos prolijos que enriquecen la historia llevando directamente al espectador al momento, al lugar y hasta por qué no, el interior de Pablo y su constantes cambios internos.
Belen Fernandez Diaz interpreta una serie de mujeres dinámicas tan bien definidas que es imposible olvidarlas y Pablo, un hombre sensible, caprichoso y querible.

Romina Cherry - Radio Fm 106.1


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El concepto de entropía se toma de un término griego que podría traducirse por transformación, en un sentido figurado. Durante el siglo XIX, Clausius tomó el concepto clásico y lo utilizó en el ámbito de la Física para referirse a una medida del desorden que puede percibirse en las moléculas de un gas. Desde entonces, el concepto se desarrolló en diferentes áreas del saber y transformó el modo de ver el mundo.
«Entropía o El orden de lo Vano», escrita y dirigida por Merceditas Elordi, cuenta la historia de Sergio, un muchacho con un presente tan incierto como su futuro. La imposibilidad de establecerse en una relación amorosa y auténtica se le presenta como un enigma que debe ser resuelto.
Ella es el personaje que le permite llegar a una resolución. Es la clave de todo. Desde su aparición, Sergio comprende el modo en que no supo sostener todos y cada uno de los vínculos amorosos con las mujeres de su vida: la madre, una novia, otra…

Como en un caleidoscopio, el pasado y los recuerdos muestran el vacío que habita en la vida de Sergio, quien, a partir de ese momento, encontró un modo de ser más consistente, fundado en un amor más auténtico, en el que el caos se asume como parte de la realidad. Así, «Entropía o El orden de lo Vano» se convierte en una obra de reflexión, aunque cuente con varios momentos cómico: el caos encuentra un equilibrio y, con el orden, se construye en una forma nueva de ser.

La Cazuela - Facebook



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AMIGOS DE FACEBOOK...AYER DOMINGO JUNTOS CON MIS AMIGOS QUERIDOS Ernesto Perez Re Y JOSE..VIVIMOS UNA NOCHE ESPLENDIDA VIENDO ESTE ESPECTACULO MAGNIFICO..QUE LES RECOMIENDO"""""""".ENTROPIA ...EL ORDEN DE LO VANO""""""..QUE PLACER ES EL.... BUEN TEATRO....QUE PLACER VER DOS ESTUPENDOS ACTORES CONTANDONOS COMO SON LAS RELACIONES HUMANAS DE UNA MANERA TRAGICOMICA Y CON LA TECNOLOGIA COMO UN TERCER INTEGRANTE....MAGISTRAL LA DRAMATURGIA Y DIRECCION DE MERCEDITAS ELORDI....ESTAN TODOS LOS DOMINGOS EN ESE LUGAR MEDIO ESCONDIDO y CON MUY POCA DIFUSION... DE LA AV. CORRIENTES...""""BELISARIO CLUB DE CULTURA"""""A PRECIOS MAS QUE ACCESIBLES...ENTREGANDO UN ESPECTACULO TAN BELLO QUE NO PUEDEN DEJAR DE VER....SABEN QUE NO MIENTO MIS BLANCAS PALOMITAS....ES """"DOMIGOS 20 HS.----BELISARIO TEATRO---AV. CORRIENTES 1624...AGENDAR YA !!!!!!!! ME LO VAN A AGRADECER.

Héctor Fernández Rubio - Facebook

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Aquellos que desde la platea comenzamos a ser testigos de las desventuras de Sergio, personaje central de esta obra, reconocemos en él a más de un prototipo de estos tiempos ( sobrino, vecino, hijo de amigos ). Las desventuras de todavía jóvenes, alrededor de 30 años, sin un futuro cierto, ya con demasiados fracasos e hijos del desamor y la sobreproteccion son un cuadro frecuente en nuestra sociedad. Nuestro protagonista intenta lo que parece " todo ": alejarse de su nociva madre, una nueva vida en España, un porvenir ... Pero nada cambia, es una utopía tanto convivir con un padre desconocido como " remarla " sin preparación en un contexto ajeno ... Quizás resulte también utópico el regreso entusiasmado para reencontrarse con una amiga de la infancia descubierta en las redes sociales y el verdadero problema sea que " la mujer ", la otra mitad, el complemento, difícilmente sea un símil a una madre que lo ha tenido en una nociva caja de cristal.
PABLO PIERETTI vuelve a mostrarnos sus grandes condiciones en su composición de un Sergio exacto. Junto a él, y dando muestras de notable versatilidad, BELÉN FERNÁNDEZ DIAZ compone a TODAS las mujeres, introduciéndonos como espectadores en uno de los más excitantes juegos que puede brindarnos el teatro. Nada seria como resulta sin la puesta de la misma autora MERCEDITAS ELORDI, quien en ese doble rol nos expone todo lo que quiere mostrar en un poco mas de una hora de excelente teatro, realista, bien interpretado y que nos lleva a la reflexión.


Alejandro Massip - Facebook


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El domingo pasado fui a ver Entropía, El Orden de Lo Vano RECOMENDADISIMA!
Sergio, (Pablo Pieretti ) y sus soledades, sus carencias DE AMOR, sus miedos, su pelea interna, su búsqueda constante en ella.
ELLAS... La madre, la novia, la amante, excelente interpretación Belén Fernández Díaz.
Todo se ve, todo fluye ahí, en ese momento, ELLAS y sus cambios de identidad y como principal recurso el vestuario, (Silvina Zorzoli Carrasco).
EL y ELLAS, tratando de ordenar LA VIDA!.
Una puesta impecable de Merceditas Elodi llena de emociones! 


Liliana Atemian - Radio Zónica


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...hace un rato pasé a deleitarme por el Teatro Belisario, con -Entropía o el orden de lo vano- una inmensa obra que plasma misceláneas de conductas humanas, envueltas en modelos aprendidos y la necesidad de quebrantarlos.
La constante búsqueda de amor, que lleva adelante un dúo de excepcionales actores -Belén Fernández Díaz y Pablo Pieretti- de manera tan chispeante, junto al maravilloso libro y dirección de Merceditas Elordi.
Todo converge en una tremenda armonía, la interacción de los protagonistas, la música, la puesta de luces, y las escenas que van sucediéndose en ritmo coreográfico, ante un público bien despierto. Un ámbito en donde encontrarse con las propias filosofías, una bellísima obra para transitarla realmente.

Flavia Marco - Facebook


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Anoche fuimos a ver el estreno de "Entropía. El orden de lo vano", de Merceditas Elordi. En el estreno estaban Mariano Moro y Marcelo Savignone. (A ver si se acuerdan, mis alumnos de La Chacra,cuando fuimos al teatro La Carpintería a ver la versión reescrita por Marcelo Savignone de "Un Vania" de Chejov y en la que actuaba Merceditas Elordi)

Lo primero que sentí fue una tremenda conexión con los puntos de vista que la obra construye y trabaja. (Creo que lo más inmediato para destacar es la riqueza de rostros y la profundización en los matices de ser un hombre y ser una mujer , y además pretender tener una pareja) . Esa conexión ,creo, convierte YA a la obra de Michi en un CLÁSICO .Seguramente el tiempo va a convertirla en uno : habla con autenticidad de algo universal. Y en lenguaje universal.
El entrecruzamiento de historias -que nos llevan del presente al pasado sin agachadas- es un enorme riesgo ; como actriz que hace, escribe y dirige teatro Michi consigue que los actores asuman impecablemente ese desafío. Estoy segura de que en las próximas funciones Pablo Pieretti terminará de sentir en su cuerpo que es un personaje hermoso y profundo . Chapeau para Belén Fernández Díaz.
Por último, es posible que a expensas de la vida de Sergio y sus mujeres (los diálogos fluyen con una enorme vitaldad) esté planteada la pregunta que lee la crítica teatral : "¿se justifica tanto costo energético a expensas de los demás, del entorno, para llegar a algo tan pobre?". A mí me gusta más pensar con Merceditas Elordi que somos átomos alrededor de cuyos núcleos giran determinadas personas que , en el fondo, siempre se mantendrán en la órbita de nuestras vidas.
Y que tal vez nos salvamos con aquel o aquella que está dispuesto/a a escuchar.
Alba Fede - Facebook

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